VIERNES DE POESIAS
RELATOS DE MARISA CIERI
LA CIUDAD SIN LUZ – VIRGINIA GIUSSANI
1) Existió una época cuando Buenos Aires era una ciudad luminosa.
Esquinas parisinas y rincones madrileños entretejían sueños y
costumbres con los criollos. Extraña cultura fue pariendo Buenos Aires,
cosmopolita, vibrante, con sabor a eternas nostalgias y avidez de
nuevos desafíos.
2) Cuando caía la noche, lejos de rendirse y seguir los pasos del sol en su
modorra, se ponía su mejor traje, maquillaba sus ojos expectantes y
salía a bailar entre adoquines y estrellas.
3) Quizás, ninguna ciudad en el mundo tuviera el esplendor de la calle
Corrientes bajo la luna. Enormes marquesinas y carteles luminosos se
desparramaban como guirnaldas coloridas por toda la avenida.
4) Cines, teatros, cafés y librerías parecían encontrar en la noche porteña
su mejor momento. Como una vieja dama seductora se dejaba gozar,
acariciar, susurrar, invadir por extraños seres que en ella todo podían
descubrir.
5) Cada bar, cada estante de libros, cada baldosa era un lugar propicio
donde detenerse a pensar el mundo, desentrañar la vida, hacer
revoluciones o jugar al amor.
6) Todo eso, y aún más, era Buenos Aires hace tanto tiempo que temo
preguntarme si no fue un espejismo. Hoy la ciudad, aquella de las
luces, las risas y los sueños detuvo su andar, ya no es más esa dama
seductora, es la imagen desconsolada de una insoportable decadencia.
7) Sus calles dejaron de ser arterias por donde corría la vida y su
majestuosa escenografía se transformó en patéticas ruinas de lo que
fue.
8) Jorge L. Borges, uno de sus hijos que la supo caminar y descifrar, jamás
habrá pensado que su verso se transformaría en la foto más exacta de
esta ciudad sin luz: «No nos une el amor, sino el espanto, será por eso
que la quiero tanto»