La «sana manera» de celebrar el Día del Maestro se centra en el reconocimiento del esfuerzo y la vocación de los docentes mediante expresiones sinceras de gratitud, detalles prácticos y actividades significativas que demuestren aprecio sin crear una carga innecesaria. Esto incluye desde la creación de mensajes y manualidades por parte de los estudiantes, hasta la organización de momentos de descanso como picnics o masajes, pasando por la renovación de espacios como la sala de maestros, y la donación de tiempo de voluntarios o fondos para capacitación.
NUESTRAS COSTUMBRES. Por Marisa Cieri.